El hombre puede dar fe de la conciencia de sí y del Mundo.
Ni más ni menos. La visión que el hombre tiene de sí y del mundo, aunque
parcial y subjetivamente observada, se
corresponde con una cierta realidad observada y contrastada.
El hombre no es
importante para el Universo, hay una diferencia infinita de escala. Escala
física y escala temporal. La escala física es inconmensurable y la temporal
sólo se puede relacionar como si se tratara de unos cuantos mili-segundos respecto
a una duración infinita.
El Mundo sí es importante y vital para el hombre, vive de
él. El hombre sí puede sentirse orgulloso de su condición. Es un
“objeto” distintivo, privilegiado del Mundo, es conciencia viva del Universo a la vez que es parte de él.
En este sentido se
puede considerar físicamente dentro de
su estructura global y fuera del sistema por su conocimiento epistemológico del mundo
por limitado que aquel sea. La conciencia
y el conocimiento que el hombre
tiene de sí y del mundo es un logro
específico indiscutible desde cualquier punto de vista
De ningún modo puede decirse que tal ser sea único o el más
distinguido de entre los posibles porque se desconoce absolutamente el pasado y
el presente de todos los rincones del ancho mundo. En un espacio y tiempo tan
insignificante a escala cósmica como el que ocupa nuestra especie, el hecho cierto es que el fenómeno ha
acaecido,
Nada puede negar la posibilidad
de que cierta animación de la materia-energía haya hecho posible en
cualquier otro rincón del universo y en cualquiera de sus infinitas
posibilidades la aparición-creación
de un ser autónomo con sus
peculiares características, pero por el
momento esto no pasa de ser una conjetura fundada en puros datos y
presuposiciones estadísticas.
8-7-15
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