DUALIDAD, ESENCIA HUMANA
Los
sentimientos son connaturales a los seres humanos, se
nace con ellos, forman parte de la persona y en principio es una de las condiciones de ser propias de nuestra especie. Los seres humanos
son sociales también por nuestra
idiosincrasia natural. Sentimientos y
sociabilidad van unidos
indefectiblemente formando un tejido, una malla social unida por homogeneidades
y afinidades circunstanciales complejas.
Vamos a detenernos en los sentimientos como eje primordial
que infunde todos nuestros actos y relaciones interpersonales.
Si tratamos de indagar en el origen de los sentimientos nos daremos cuenta de que
la persona humana nace ya con esta disposición
de ánimo, es natural en sí mismo
sentir afectación por los demás que en definitiva no es más que sentirse a sí mismo. El individuo se
sentiría sólo, aislado, vulnerable, si no fuera porque se ve reflejado en los demás
y percibe su comprensión mutua y su apoyo. Es el propio instinto de supervivencia,
el sentimiento hacia el prójimo es el mismo que el que tú sientes de él hacia
ti, es puro instinto de supervivencia. La necesidad
de comprensión, de relación, va favoreciendo
la formación de la consciencia de
uno mismo y su autoafirmación como ser
sintiente. La conciencia es supra naturaleza adquirida, es una construcción humana, y se va formando
con los ingredientes clásicos de la dualidad
humana. Ya la RAE introduce en el sentimiento la acepción de sentir y sentirse; sentir lo externo y sentirse a sí mismo como sintiendo.
El mundo exterior afecta a la persona positiva o negativamente, la naturaleza, las relaciones humanas, causan, placer, dolor o nos son indiferentes,
pero siempre en relación con nosotros
mismos. Se puede sentir atracción o repulsión de lo que nos rodea, pero
respecto al trato unipersonal aparecen factores
no estrictamente atribuibles a causas físicas, sino que obedecen a los
otros instintos humanos subordinados que también forman parte de la misma
esencia humana y que tienen una repercusión directa en los sentimientos que
provocan.
Los sentimientos
se integran en la totalidad de las capacidades de los humanos y son parte
esencial y colaboradora del avance
del conocimiento en toda su
amplitud. La razón se nutre de los sentidos y de los sentimientos
que provocan y a su vez colabora a
relativizar y a dar contenido de
integridad a toda la potencialidad
humana. La experiencia que se
adquiere con el desarrollo de todos
los componentes naturales y adquiridos va integrando lo que será una persona en
su completitud.
Lo
que aquí y ahora se quería resaltar es la importancia
de los sentimientos en la conformación total del ser humano y su contribución a la plenitud de este. Los sentimientos son
lo que da sentido emocional a la
vida y su exacerbación, publicación y exteriorización pueden conmover las conciencias del grupo social y así
agrandar la experiencia y el conocimiento de la generalidad.
La
relación que se establece entre los sentimientos participados de racionalidad y
su interrelación con el conocimiento general de todo el corpus cognitivo ayuda
a la universalización del conocimiento
general. De este conocimiento
general se desprende una visión del
mundo más intuitiva y más emocional en definitiva más sentida y cercana a
la misma naturaleza.
El ser humano es razón y sentimiento y esta es su verdadera condición natural. Reconocer y mantener esta dualidad es proyectar la humanidad en su
natural universalización.
V-2018
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