miércoles, 22 de julio de 2015


CONCIENCIA TRASCENDENTE

                                   

El hombre puede dar fe de la conciencia de  sí y del Mundo. Ni más ni menos. La visión que el hombre tiene de sí y del mundo, aunque parcial y subjetivamente observada,  se corresponde  con una cierta realidad observada y contrastada.
El hombre no es importante para el Universo, hay una diferencia infinita de escala. Escala física y escala temporal. La escala física es inconmensurable y la temporal sólo se puede relacionar como si se tratara de unos cuantos mili-segundos respecto a una duración infinita. 
El Mundo sí es importante y vital para el hombre, vive de él. El hombre sí puede sentirse orgulloso de su condición. Es un “objeto” distintivo, privilegiado del Mundo, es conciencia viva del Universo a la vez que es parte de él.
 En este sentido se puede considerar físicamente dentro de su estructura global y fuera del sistema por su conocimiento epistemológico del mundo por limitado que aquel sea. La conciencia y el conocimiento que el hombre tiene de sí y del mundo es un logro específico indiscutible desde cualquier punto de vista
De ningún modo puede decirse que tal ser sea único o el más distinguido de entre los posibles porque se desconoce absolutamente el pasado y el presente de todos los rincones del ancho mundo. En un espacio y tiempo tan insignificante a escala cósmica como el que ocupa nuestra especie, el hecho cierto es que el fenómeno ha acaecido,
Nada puede negar la posibilidad de que cierta animación de la materia-energía haya hecho posible en cualquier otro rincón del universo y en cualquiera de sus infinitas posibilidades la aparición-creación de un ser autónomo con sus peculiares características,  pero por el momento esto no pasa de ser una conjetura fundada en puros datos y presuposiciones estadísticas.




8-7-15