El conocimiento práctico
que los seres humanos se han dotado a través de la historia acumulada es la herramienta que les sirve y les ha
servido para afianzar la civilización
en cualquier espacio y tiempo determinado. El propio conocimiento se ha
convertido en objeto de sí mismo. La epistemología, la lógica y la propia
filosofía se hacen objeto de sí mismos, de sus propias reflexiones.
En principio el conocimiento
debe basarse en sus propias obras
materiales e intelectuales. Es una retro-alimentación.
Las obras de los
hombres son fruto de su conocimiento
y al mismo tiempo fuente de futuro
conocimiento.
Todas las obras
materiales, hechos y pensamientos
divulgados forman el conjunto de
todos los saberes adquiridos por la
especie humana.
Las obras humanas
son las ideas abstraídas de su conocimiento especulativo.
La totalidad de las
obras realizadas en cualquier momento y lugar se corresponden exactamente
al nivel de conocimiento alcanzado
hasta ese momento. Esa es la realidad virtual.
La relación del hombre
concreto con el conocimiento general es meramente circunstancial y forzosamente incompleta, dependiendo del azar y capacidad de cada individuo en particular.
El conocimiento es
parte integrante de la persona, pero
no la única aunque sí es pieza fundamental de la integridad humana.
El conocimiento
proporciona la practicidad en el
mundo y la herramienta de su conocimiento pero la conciencia de la unicidad de
la persona, la interpretación del mundo
y los sentimientos que le son
congénitos forman la total esfera de
la personalidad humana.
Dada la ingente variedad y complejidad de las causas que
concurren en cada persona, la integración
e identificación con el grupo social
no siempre son coincidentes en sus
intereses comunes. Esta es una importantísima característica de los seres
humanos, el grado de libertad que
les es afín.
La socialización del
hombre desde sus mismos inicios va asociada indisolublemente a la transmisión del conocimiento.
El conocimiento
forma parte de la integridad o unidad
de la persona. La evolución de los seres humanos ha conllevado una estructura
con capacidad cognitiva mayor que
cualquier otro ser vivo.
La calidad del
conocimiento coadyuva y es parte integrante de la persona en su diferenciación específica.
A mayor amplitud del
conocimiento general mejor comprensión de la adecuación del ser humano a su
entorno circundante y a la
comprensión de la relación del hombre con la naturaleza y al papel que la sociedad juega en todo el entramado de
su entorno más próximo y más distante.
El conocimiento
general es el derivado de la
observación de las obras humanas materializadas, de la naturaleza y del mundo
en su totalidad, y además de todas las enseñanzas y experiencias recibidas, así
como de todo el material intelectual, científico, visual y auditivo puesto a disposición,
en alguna medida, de todos los humanos.
El conocimiento
general y absoluto disponible en
cada circunstancia espacio-temporal determinada se corresponde al estado de evolución cultural alcanzado hasta ese momento, tanto en su aspecto
material como intelectual.
El conocimiento debe
revisitarse continuamente en sus fuentes para alcanzar como mínimo el mismo
grado de lo ya alcanzado.
De la revisitación de
las obras ya existentes y de los trabajos intelectuales, técnicos y científicos
presentes en formatos diversos, no solamente se analizarán para extraer su conocimiento fundacional sino también
para refrendar su conveniencia pasada y
presente.
23-3-15
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