viernes, 21 de agosto de 2015

NO EXISTE CONOCIMIENTO FUERA DE LA MENTE



NO EXISTE CONOCIMIENTO FUERA DE LA MENTE

El conocimiento es una facultad adherida a un ente vivo. El conocimiento no existe independientemente de ningún ser vivo. En este contexto conocimiento absoluto sería la descripción exacta de la realidad desde un ente independiente de la realidad externa. Es un desiderátum imposible. Así el conocimiento posible será proporcional al grado evolutivo de las facultades mentales alcanzadas por la entidad viva.
Los fenómenos naturales y extensivamente universales se producen por las condiciones existentes sumamente complejas, determinadas y azarosas al mismo tiempo. La mente humana se ha acercado bastante a ciertos fenómenos controlados teórica y prácticamente lo que le ha proporcionado la capacidad de extender estos conocimientos a hipótesis de trabajo que en ocasiones se acercan bastante a la realidad de los hechos observados.
¿De dónde ha surgido esta capacidad de conocimientos alcanzados? Existe un paso, previo y paralelo con posterioridad, es la capacidad de razonar. Así tenemos dos fenómenos aparentemente diferenciados: la  razón y el  conocimiento.
En primer lugar y desde los orígenes de nuestra especie razonar sería actuar de forma eficiente en la consecución de la perdurabilidad pero introduciendo sucesivamente pequeñas mejoras como sello distintivo de la evolución humana. El mimetismo, la repetición y la comprensión intuitiva de lo que se está haciendo se deposita en otro órgano en evolución, la memoria y el órgano más importante está en proceso de creación: la conciencia. La conciencia es el centro aglutinador de todas las funciones humanas. Es de allí de donde surge o se desarrolla la facultad del conocimiento como síntesis adquirida y depositada, extrayéndolo precisamente de los resultados de la razón operante y de la memoria asociada. El conocimiento es una facultad de discurrir, interpretar lo ya alcanzado por la razón, pero a su vez se nutre de la memoria para alcanzar estadios cada vez más elevados, nuevas cimas e interpretaciones de la realidad.
Pero el conocimiento de la realidad siempre está más allá de las posibilidades humanas. No existe conocimiento fuera de la mente humana, existe la realidad con su exactitud infinita. Lo infinitamente grande, lo infinitamente pequeño solo es atisbado por la capacidad humana intelectual e instrumental. Es cierto que en algunos campos de la investigación hemos logrado avances muy significativos y aún quedan caminos por recorrer y que seguramente avanzaremos por ellos pero nunca podremos llegar a una conclusión final.
La última pregunta, la que ya se ha formulado en multitud de ocasiones es trascender el conocimiento y responder cuál es el origen del mundo y por qué existe en lugar de no existir. Cuál es la razón de su existencia. Es posible que no sea posible dar una razón suficiente de un por qué ni un para qué. Solo podemos dar fe de su existencia real.
Más allá del tipo de conocimiento que sucintamente hemos esbozado está la complejidad de la vida humana, sus propias interpretaciones, su organización social, económica, política, su espiritualidad y sus fantasías, su deseo de trascendencia. Pero esta es otra historia.




20-8-15