miércoles, 2 de abril de 2014

CONOCIMIENTO INSTRUMENTAL Y ETICA

La unidad, el ser humano, es la corporeización material de un universal incorpóreo, la Humanidad. El ser humano es la porción individual e indivisible de la entidad abstracta, pero real, de la que forma parte. La entidad elemental, unitaria, es el hombre. Se siente único, libre, y admite y reconoce a los otros, pero no como formando parte de una entidad abstracta inmaterial, sino como unidades semejantes y fraternales y con las mismas características generales que a él le adornan. El ser humano es una unidad de acción y pensamiento, acción y pensamiento recíprocamente potenciales y con resultados históricos, es decir con capacidad de introducir cambios en sus vidas y en la naturaleza. Esta doble capacidad de pensamiento y acción acompasada es lo que distingue al ser humano de cualquier otro ser vivo que se conozca, al menos con la profundidad e intensidad de su conocimiento y su demostrada capacidad de acción. El ser humano es lo que es por el conocimiento, sin él estaría en la animalidad más absoluta. Pero el conocimiento por sí mismo no es suficiente, no se basta. El conocimiento necesita plasmarse, ubicarse, en algo concreto. El cuerpo humano es polivalente y está capacitado para transformar el entorno natural de forma inteligente, inteligencia que está al servicio del conocimiento general. El ser humano aplica un conocimiento instrumental, progresivo en su evolución. Este no es un conocimiento especulativo, es un conocimiento con repercusiones reales. Si esto sólo fuera así, si ésta fuera la única guía humana en lo material, el progreso y la evolución material del mundo del hombre podrían desembocar en un mundo no del todo satisfactorio, ni justo ni que tal vez no condujera a la íntima felicidad como aspiración máxima de los entes humanos. El proceso material debe estar guiado, y como mínimo influenciado, por otro tipo de conocimiento más apegado a la ética, a los sentimientos, a la razón sentiente y al concepto que de la humanidad y del hombre pueda sostenerse con mayor fidelidad a lo que sea su esencia verdadera. Este es un gran reto para el ser humano y para la humanidad, aunar como objetivo común el progreso del conocimiento material a la par que se persiga el deseo de bienestar en su máxima acepción y como finalidad última de la subjetividad humana. 2-4-14